¿Qué es el pie de
atleta?
El pie de atleta es una infección producida por hongos
dermatofitos (que se alimentan de queratina) o por levaduras. Pueden afectar a
los pliegues entre los dedos, la planta y los bordes del pie.
Síntomas
El síntoma más común del pie de atleta es la piel agrietada,
que se desprende entre los dedos o a los lados del pie.
Otros síntomas también pueden ser:
Piel enrojecida
Picazón
Ardor
Ampollas
que forman costras o supuran.
Las uñas de los pies pueden engrosarse y cambiar
su color.
Primer tratamiento
Ingredientes:
Una cebolla grande.
100 cm3 de agua fría.
Una cucharada de bicarbonato de sodio.
Preparación
Tenemos que pelar la cebolla, cortarla en trozos y licuarla. Una vez que licuamos la cebolla
debemos agregar el bicarbonato de sodio y el agua para formar una pasta. Luego
aplicamos esa mezcla en los pies, cuidando de que queden bien cubiertos
(especialmente entre los dedos) y dejamos actuar por aproximadamente 30
minutos.
- La cebolla tiene propiedades antibacterianas y
antimicóticas, gracias a los fitoquímicos que posee que ayudan a combatir los
hongos de los pies.
- El bicarbonato de sodio es también antimicótico,
pero además es un antitranspirante natural que nos ayudará a evitar la
sudoración, principal fuente de proliferación de hongos.
Segundo
tratamiento
Ingredientes:
100 gramos de almidón de maíz
25 gramos de bicarbonato de sodio
Preparación
Debemos colocar en un bowl (tazón) el almidón de maíz y el
bicarbonato de sodio y mezclarlos bien hasta que queden integrados. Luego
pasamos esta mezcla a un recipiente, como por ejemplo un envase de talco pédico
y lo utilizamos a diario en nuestros pies, antes de colocarnos el calzado.
La propiedad antimicótica del bicarbonato de sodio, sumado a
la capacidad de absorber la humedad que tiene el almidón de maíz, mantendrán
nuestros pies secos y sanos.
Tips
No usar calzado muy cerrado, especialmente si es mayormente
de plástico.
No mantener los pies húmedos por largos periodos de tiempo.
No compartir zapatos ni calcetines.
Usar calzado en los lugares aledaños a piscinas y duchas (ya
que son lugares compartidos y probable fuente de contagio).
Secar muy bien los pies luego del baño, especialmente entre
los dedos.
Hay que tener presente que si los síntomas persisten, debe
consultar a su médico para recibir el tratamiento adecuado.
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