Desayunar
Desayunar viene del latín “dis-iunare”, que significa “salir
del ayuno” o “romper el ayuno”. Fijándonos en el origen de la palabra y su
significado, ya podemos ver cuál es el objetivo de esta ingesta que hacemos en
las mañanas, que es: romper con el ayuno.
¿Por qué es
importante desayunar?
· El
desayuno aporta alimento para nuestro cerebro
El cerebro se alimenta de glucosa, pero no tiene la
capacidad de almacenarla. En la mañana cuando nos levantamos, llevamos entre
ocho y diez horas sin consumir alimentos, por lo cual tenemos un déficit de
glucosa importante.
La falta de glucosa empuja a nuestro cuerpo a quemar
otras reservas energéticas, lo que provoca múltiples alteraciones en el normal
funcionamiento del organismo. Por lo tanto si queremos que nuestro cerebro
funcione correctamente, debemos asegurarnos de desayunar bien y de este modo
darle toda la glucosa que necesita.
· El
desayuno nos da energía para los músculos
La glucosa también alimenta los músculos, por lo cual nos
sentiremos menos cansados y con más energía en general, cuando desayunamos.
Tomar un buen desayuno nos dará energía, aumentando la
actividad física durante el día. Saltearse el desayuno, según diversos estudios
está asociado con la disminución de la actividad física y con el incremento de
la fatiga.
· Ayuda a
evitar el sobrepeso
Si nos saltamos el desayuno, el metabolismo no hace funcionar los mecanismos
naturales, pero si los de alerta porque supone que hay hambruna y eso lo somete
a estrés. Al estar estresado, libera
sustancias que lo hacen más lento y lo ayudan a almacenar calorías,
en forma de grasa y a obtener energía de sustancias de las que no debería utilizar,
por ejemplo la masa muscular. Por otra parte quienes desayunan tienen mayores
probabilidades de mantener un peso saludable, ya que al repartir las calorías
durante el día, en 4 o 5 comidas, evitan que ninguna de ellas se sobrecargue
y por otro lado también evitan el picar
entre horas, factor muy importante a la hora de controlar el peso.
· Previene
la aparición de la diabetes tipo 2
Un buen desayuno colabora en la estabilización de los
niveles de azúcar en la sangre durante el día. Si no desayunamos y consumimos una mayor proporción de calorías
más tarde (sobre todo de carbohidratos) habrá un impacto nocivo en los niveles
de azúcar y de insulina en la sangre que, según diversos estudios, con el
tiempo aumentarían el riesgo de padecer diabetes.
¿Qué desayunar?
Si bien no existe el desayuno perfecto o ideal, algo
fundamental es variar lo que comemos para que el desayuno no se convierta en
algo monótono.
Es importante que en nuestro desayuno siempre incluyamos:
► Cereales: ya que aportan energía gracias a su alto contenido en almidón.
► Líquidos: para
mantener el cuerpo hidratado.
► Lácteos: porque ayudan a mantener los dientes y huesos
fuertes y por su contenido en proteínas colabora en el crecimiento y
mantenimiento de los músculos, la piel, el pelo, las uñas, los órganos internos
e inclusive la sangre.
► Frutas o jugo de frutas: por su contenido en vitaminas y
minerales para el buen funcionamiento del organismo.
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